Esta reseña sobre Shingeki no kyojin: The Final Season contiene spoilers. Si no has visto el capítulo, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña.
Capítulo 5: Declaración de Guerra
Solo quiere ser juzgado, resuena en el presente y ante él está, Eren Jeager que quiere conversar con Reiner. En la parte externa y superior Willy, contando la mentira que todas saben para revelar la verdad que todos ignoran, fue Frietz el verdadero libertador de la humanidad y el que encarceló a su etnia. Dos titanes al servicio de Marley son atrapados y no pueden accionar, pues un soldado sospechoso les tendió una trampa. Mientras en el inferior resuena el “soy como tú” de Eren, quien luchará por su propia justicia y no descansará hasta eliminar a sus enemigos, convirtiéndose en ese momento en titán y de ese modo aceptando la declaración de guerra.
Opinión del capítulo
Recopilatorio e interpretativo, bajo estos términos puedo sintetizar el capítulo de hoy. ¿Por qué? Recopilatorio porque nos cuentan una historia que de alguna manera nosotros ya conocíamos, lo de los titanes y su lucha y como el rey Frietz decidió ir a Paradis, añadiendo algunas cosas sutiles como lo del padre de Annie y los recuerdos de Falco y Reiner. Interpretativo debido a que ya no se ve bajo unos ojos, sino que esos actos son tomados para darles un nuevo significado y conveniente a las partes que las usan: Willy y Eren.
Para algunos quizá pueda sonar rebuscado, pero hay un simbolismo en los lugares donde se desarrollan las acciones: Willy ante la luz de todos, Eren subterráneamente y en la intimidad. Quedémonos con esto que nos servirá para más adelante.
Doble declaración
Cuando acabó el capítulo pasado, pensé que era Eren quien declararía la guerra, anunciándosela a Reiner, pero no, fue Willy quien clamó a las armas para defender la paz. Tal parece que Eren ya sabía de esto y solo esperó el momento en que Willy dijera todo para entrar en escena. Tampoco es que Eren se iba a quedar sin hacer algo, pero fue una jugada ajedrecística, esperar los movimientos del enemigo y saber entrar. Al final sí es una doble declaración, pues Willy lanza la bola y Eren la recibe. El aceptar la guerra también es declararla.
Dicho sea de paso, la voz de Eren se nota madura y con desarrollo, ya no el niño que se quejaba de todo, que tenía miedo y que quería destruir a los titanes. Tiene una voz madura, lo cual da más “realismo” al personaje, lo mismo se puede decir de quien sospecho es Armin.
Trampa
Pieck, Porco y Zeke son llevados a otro lado por un soldado que dice son órdenes de Magath. Zeke es mandado a otra dirección, mientras que Pieck y Porco son llevados a una trampa en la cual caen, no pudiendo transformarse en titanes sino sería su ruina. Pieck menciona que ese soldado le es familiar. Tal parece que es Armin, que logró infiltrarse como un soldado de Marley. El plan fue simple: separarlos y atraparlos para que no tengan intervención en los acontecimientos posteriores, que debe ser capturar al Titán Martillo de Guerra. Funcionó, al menos el principio.
La verdad controla a las masas
Pongámonos un poco más serios. Primero debo admitir que me encantó la parte de Willy, pues lo que hace es una descripción de nuestra realidad: el cómo los relatos configuran nuestra mentalidad y cómo construyen naciones. El cuento de Helos me recuerda a los Cantares de Gesta, que no son más que narraciones de exaltación para la construcción de una identidad como nación, eso es lo que se hizo con Helos. La mística de Marley y su superioridad se basa en esa narración falsa.
¿Qué hubiera pasado si Eren no hubiera atacado? ¿Qué hubiera ocurrido al saber la nueva verdad? Me hubiera gustado verla, pero no se podrá, pues la unidad de loas personas del continente no se sustentará en un nuevo mito, sino en un odio común, algo parecido a lo de Lelouch de Code Geass: el odio a un enemigo común.
Esto da para pensar al final, ¿qué narraciones aceptamos como verdades sin molestarnos en averiguar la verdad? Un ejemplo: ¿los españoles realmente fueron los malos? Ve al último apartado para hablar un poco más de esto.
Soy como tú
¿Recuerdan lo de la habitación cerrada, subterránea y privada? Espero que sí, ¿qué hacen cuando quieren hablar consigo mismo? ¿Acaso no buscan la privacidad o en todo caso la no interrupción de otros? Eso es lo que hizo Eren, para hablar con su yo reflejado en otro (Reiner) buscó un lugar privado. Las verdades íntimas no pueden ser reveladas al gran público, sino que debe quedar lo más interior posible. Eren le declaró la guerra al continente por medio de Reiner, pues era como si él (Eren) se lo dijera a sí mismo y eso es lo que importaba.
Ambos quieren ser héroes de sus respectivas partes y ambos lo llegan a ser, a la vez ambos son enemigos del otro. Ambos tuvieron que convivir con el enemigo y ambos los entendieron, pero eso no borra los pecados ni elimina el odio de todos hacia pocos y de pocos a todos. Eren le declara la guerra a su yo del bando contrario y Reiner acepta la guerra de su yo del otro bando.
El bueno, el malo y el Eren
En esta temporada: ¿Eren es el protagonista o el antagonista? ¿Cuándo sé que mi acción es buena o es mala? Lo que me llegó a fascinar es que Eren acepta su maldad, acepta que es el malo del cuento, pero también da a entender que es un héroe. La dicotomía se mantiene en Eren, mientras que Reiner no acepta tanto esto, Reiner no ha madurado como Eren o lo hizo en sentido paralelo y contrario. Willy se alza como héroe para el continente, un héroe de cristal cuyo poder corresponde al otorgado por tradición y por poseer un arma, ¿pero realmente son los buenos, realmente defender un continente los hace buenos? La débil línea entre el bien y el mal se acentúa en un mundo desacralizado, donde se impone la voluntad nacional y la nación es quien fija el límite, que es artificial al final.
Así acaba este capítulo de Shingeki, el próximo capítulo viene con fuerza al parecer. A esperar que el tiempo alcance.