Tras una semana de espera un nuevo capítulo ha salido. Es momento de adentrarnos en un obscuro mundo dominado por la sangre. Así damos inicio a la reseña del capítulo cuatro de Devils’ Line. ¿Puede la adicción servir de pretexto para el amor?
lightbulb_outline ¡Advertencia! A partir de este momento habrá spoilers del capítulo
A partir de ahora intentare manejar la misma dinámica para cada capítulo. Iniciando por un resumen, seguido de un análisis/comentario, para finalizar con algún comentario más general del episodio. Sin más dilatación, apréstate a continuar.
Line.4 Monster
Tras recibir el disparo y casi atacar a Tsukasa, Anzai abandona el departamento y va tras el francotirador. La pelea con este consigue ponerlo en desventaja y recibe un impacto en el pecho que podría matarle. La intervención de Hans Lee es lo que consigue salvarle, pues este le da a beber sangre humana para que se recupere. El precio que debe pagar por esto es el de su cordura. En un estado de seminconsciencia Anzai escucha la charla de Lee y la francotiradora. Durante ese lapso el parece remontarse a un recuerdo de la infancia que se mezcla con una imagen de Tsukasa.
Por otra parte el equipo de Anzai ha llegado al departamento de Tsukasa y han comenzado la investigación. Gracias al anillo que porta Yuuki descubren que su temperatura ha aumentado demasiado, señal de que ha consumido sangre. Mientras tanto, Yuuki ha perdido el control y comienza una pelea contra Lee. Pero su sed de sangre provoca que también busque atacar a la francotiradora. El equipo llega a tiempo para evitar que Anzai beba más sangre, sin embargo un cómplice aparece y complica las cosas. Finalmente llega Jill, quien intenta frenar a Yuuki pero su fuerza se ve superada.
Tsukasa busca interponerse entre Anzai y la francotiradora, como es de esperarse Yuuki no reacciona. Lee es quien consigue dejarle inconsciente, una vez que está bajo custodia él se marcha. Dos semanas han pasado desde el incidente y Tsukasa no tiene noticias de Anzai. Yuuki lleva encerrado esas dos semanas, pero su detención pronto será suspendida. Caminando por la ciudad Tsukasa se encuentra con Lee quien resulta ser un rayo de esperanza para la joven. Durante una transmisión en vivo una reportera es atacada y un miembro del staff pierde el control y comienza a beber su sangre.
Ese sentimiento llamado celos
Abramos paso al análisis cayendo en uno de los puntos más significativos, a mi parecer, de este episodio. Las cosas han tomado un rumbo a lo peor, Anzai se ha descontrolado y lo único que tienen por certero es que ha bebido sangre. La pregunta que ronda la mente de Tsukasa es ¿de quién? Al saber que Yuuki tomo la sangre de alguien más, algo en su pecho dolió. Pero no era el momento de detenerse a pensar en ello. Sin embargo las malas noticias continúan, un vampiro que ha bebido sangre parece tener preferencia por la de una mujer joven.
Ese dolor inicial regresa y pareciera tomar más fuerza, más aun cuando ante sus ojos el joven vampiro esta por atacar a otra chica. Ya el capítulo anterior Tsukasa se había confesado celosa de Jill. Pero esta vez el sentimiento parece ser diferente, tiene un matiz distinto. Definitivamente son celos, pero se trata de unos celos más posesivos. De algún modo Tsukasa había llegado a la conclusión de que ella era especial. Pero ver a Anzai descontrolado le demostró que eso no es necesariamente cierto. Eso le devolvió los sentidos, se sentía mal porque es frustrante que no sea ella.
Contemplar a Anzai perdiendo el control por alguien más es lo que no le sentó bien. Porque en algún punto se había auto convencido que solo ella tenía ese tipo de influencia en él. Es toda esta catarsis sentimental la que consigue darle una respuesta a lo que posiblemente ya sabía. Ella está enamorada de Yuuki, elementalmente quiere ser una presencia importante y especial para él. Por supuesto eso incluye ser la única que desate su sed de sangre. No es lo más lógico que alguien puede pensar, pero seamos sinceros el amor nunca ha sido lógico.
¿Quién es el verdadero monstruo?
La fina línea que existe entre el hombre y el monstruo parece desdibujarse constantemente en esta serie. La reseña anterior hable acerca de la paradoja de la francotiradora, de cómo es que su lógica se contradice. Ella busca una retorcida “justicia” a través del asesinato, todo a raíz del propio asesinato de su madre. En su mente, la muerte de su madre solo se justifica en el hecho de que quien la mato fue un monstruo. Pero Lee nos regala una de las reflexiones mejor empleadas en esta serie. ¿No es acaso la naturaleza misma del hombre la que lo trasforma en un monstruo?
Ser humano o un vampiro no es lo que dicta la clase de persona que serás. Hay humanos que son más abominables que cualquier monstruo. Sin embargo esto es algo que a nosotros en este punto nos resulta evidente, pero para Yuuki no lo es. Los estigmas con los que ha crecido han moldeado su mente, el solo hecho de poseer esa mitad vampiro dentro de sí, ya lo hace un monstruo. Ese desenfrenado arranque es solo una confirmación de todos esos años de lavado de cerebro.
Lo último es lo más triste de este episodio. Anzai cayó en una conciencia de auto desprecio, no solo por su evidente falta de control. No, lo que verdaderamente hundió a Yuuki es saber que esa falta de control casi consigue que lastimara a Tsukasa. Saberse tan fuera de su mismo como para casi herir a quien más desea proteger ha sido un duro golpe para él. El encierro al que es sometido solo es una confirmación de su sufrimiento. Está asustado de salir y de volver a herir a alguien. En este punto Tsukasa puede y seguramente será un apoyo emocional, pero eso no significa curar la herida.
¿Un rayo de esperanza?
Por ultimo hablemos de las consecuencias que tuvo la interferencia de Tsukasa. Ya vimos que ella estaba peleando con sus sentimientos y en consecuencia actuó conforme a lo que sentía. Por obvias razones no se detuvo a pensar en lo que esto significaba para Yuuki. Ella tiene plena conciencia de lo que es un demonio y el daño que pueden infligir. Pero su sentir por Anzai evita que preste demasiada atención a esto. Ella está bien incluso si Anzai llega a lastimarla, eso es lo mucho que lo quiere. Sin embargo no es lo mismo para él, sabemos que él también la quiere y es por eso que quiere protegerla.
La decepción que siente es entendible, lleva mucho tiempo luchando con el monstruo que vive en su interior. Pese a sus luchas acabo perdiendo el control y para rematar casi lastima a la única persona que quería proteger. Tsukasa solo se vuelve consiente de esto cuando habla con Lee. Es cuando se da cuenta que su egoísmo ha conseguido lastimar a Anzai. Las cosas no están bien, ella no tiene forma de contactarle y disculparse. Ya que todo esto parece entretenido, Lee decide ayudarla a encontrarlo. Después de todo el también tiene interés en el joven policía, ya que también es un mestizo.
Lee es mitad vampiro como Anzai, sin embargo no se descontrola en presencia de sangre. Esto se debe a una “terapia” de tolerancia a la sangre, para Tsukasa esta es una idea maravillosa. Si en realidad es posible generar tolerancia a la sangre, Anzai podrá tener una existencia menos pesada. Creyendo en un futuro más brillante para el chico del que se ha enamorado, no puede evitar derramar lágrimas de felicidad. Esta nueva posibilidad podría abrir otro camino para ella y Yuuki.
Comentario final
Este ha sido un capitulo muy cargado de acción y de revelaciones. Por supuesto la reflexión entre lo humano y lo monstruoso no ha quitado el dedo del renglón. Las cosas comienzan a tomar un rumbo bastante peligroso. La francotiradora no trabaja sola, según parece forma parte de toda una organización. Los propósitos de esta aun no son claros, lo único evidente es que desean desenmascarar a los vampiros. Fieles a su actuar sin escrúpulos, han demostrado que usaran cualquier método posible para conseguirlo. La escena final es la confirmación de esto último. Aprovechando la transmisión en vivo, apuñalan a una reportera para que de esa forma la naturaleza vampírica de un miembro del staff quede al descubierto ante todos.
Finalmente la escena a destacar de esta semana es: la catarsis de Tsukasa. Que les puedo decir que no haya dicho ya. Esta escena se lleva el episodio porque consigue una doble catarsis, Tsukasa se descubre más enamorada de lo que se creía y Anzai recae en su dilema de ser un monstruo. Es gracias a esta escena que se ha abierto el telón al verdadero inicio de un fuerte vínculo entre ambos. De aquí en adelante la evolución de su relación se decidirá en función de cómo enfrenten esta catarsis. El camino más lógico a pensar es que Tsukasa se volverá el apoyo emocional de Yuuki, para que así no vuelva a salirse de su camino.
En fin por esta ocasión aquí parare, mientras tanto no olvides dejar tus comentarios y decirme ¿Qué les ha parecido el episodio? ¿Será que esta nueva organización conseguirá revelar quienes son los verdaderos monstruos? Deja tus comentarios y nos estaremos leyendo, hasta la próxima.
Lo dicho, eres súper versátil al escribir, de verdad que estoy impresionada.
Este episodio seguro que me dejo con varias cosas que me parecieron muy extrañas, como siempre tu reseña a conseguido hechar luz a mi entendimiento. Ahora me siento muy triste por Anzai, ha tenido que experimentar una terrible regresión, Tsukasa este espisodio fue muy tonta pero al menos lo ha entendido y será bueno que comience a trabajar en aprender más acerca de Anzai y de los vampiros en general. La reflexión que nos dejas por las palabras de Lee me ha conseguido dejar meditando, no todo hombre es malo pero parece haber una terrible predisposición a hacer el mal.
Excelente reseña estaré a la espera de la siguiente
Arizu qué linda, gracias por tu comentario, no solo el de esta reseña sino también el que dejaste en mi “perfil”.
Me alegra que haya podido ayudar a que comprendieras mejor el episodio, yo misma tuve que verlo un par de veces para tener todo claro. El hombre es una criatura triste porque está expuesto al mal y si bien podría haber una predisposición a este. En cuanto a Anzai reglamente está por pasar una etapa dura pero esperemos que pueda salir adelante, Tsukasa debe aprender a controlarse también
Que si la “organización” logrará algo? Obviamente! Si no lo hacen esto no se pondrá bueno!! Yo apoyo la emoción y la violencia sin sentido!! Jajajajajajajajaja
No! Seriedad ante todo! ¿No es acaso la misma naturaleza del hombre la que lo vuelve un monstruo? Esa pregunta me tumbo todo el capítulo porque le di varias vueltas y no llegue a nada!! Jejejejejeje
Un demonio en si, puede ser monstruo a placer porque puede serlo. Pero que un humano se convierta en un monstruo… Eso es algo aborrecible! Nosotros creamos a nuestros propios monstruos, de eso estoy seguro! Cuento contigo para ayudarme a responder esa incógnita! Y el uso de la palabra “Catarsis” me deja en las nubes! No sé cómo puedo relacionarla a lo que leo!!! De todas formas, gracias por la maratonia de reseñas y saludos!
Un hombre se vuelve un monstruo no por desearlo, las circunstancias lo llevan a eso. Pero el caso de Anzai es especial porque él nació con una condición que lo predispone a convertirse en uno, sin embargo el reniega de ese destino pero eso no significa que lo pueda hacer desaparecer. Lo verdaderamente monstruoso es elegir ser uno.
Kike como siempre gracias por tus comentarios, trataré de ser más puntual para ya no recurrir a las maratones jejejeje
A propósito el uso de la catarsis lo pongo para dar a entender que hay un descubrimiento tan fuerte que es capaz de cambiar toda una mentalidad.