Esta reseña sobre Deca-dence contiene spoilers. Si no has visto el capítulo, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña.
Capítulo 5: “Mecanismo diferencial”
Esta semana en Deca-dence, Natsume llega al nido junto a su equipo de “tankers” y se encuentran una masacre de “gears”. El “gadoll alpha”, que se presupone invencible, despierta la ira de la joven, pero en un contraataque tiene que ser salvada por su compañera de equipo, que se sacrifica por ella. En peligro por segunda vez, es salvada por Kaburagi, que la insta a huir. Sin embargo, Natsume lo convence para luchar. El cyborg la protege a ella y a los otros “tankers” y vence al monstruo a pesar de las instrucciones.
Esto libera a un “gadoll” experimental, pero Kaburagi ve ciertos errores y logra desestabilizarlo y la Deca-dence le da el último golpe de gracia. A pesar del resultado, se abre un nuevo escenario repleto de “gadolls” y Kaburagi es ejecutado por el líder de la corporación Solid Quake.
Análisis: La joven que soñaba con la batalla final y la última batalla de un guerrero
Deca-dence demuestra, una vez más, ser un producto consciente de sí mismo. El guion sigue la estela de lo anterior y sabe contarnos mucho en muy poco. Tras escenas de trepidante acción, sin melodramas innecesarios, la ejecución de Kaburagi nos roba el aliento. Por otro lado, si el guerrero vive su última batalla, la joven aprendiz sueña con el final de la lucha. Sin embargo, Natsume quiebra en el último minuto. El eco resonador de las advertencias de su maestro antes de la batalla cobra sentido y abre una primera grieta para el ascenso de la caverna platónica a la realidad.
Otra entrega más, el arco narrativo nos prepara un nuevo abanico de posibilidades para el siguiente episodio. No aventuraremos teorías atrevidas sobre si la muerte del cuerpo físico de Kaburagi implica su muerte real, pero sí defenderemos el horizonte de expectativas que sigue creando la serie. Por lo tanto, estamos ante una historia que ha llegado al momento crucial, a la revelación de su metáfora fundamental. Sí, Deca-dence se construye en 12 capítulos con un mensaje más allá de la artística y el entretenimiento del que se puede gozar en una ficción.
“Los errores son necesarios“
El quinto capítulo de Deca-dence nos abandona con potentes dosis de acción y emociones. Los últimos segundos son sobrecogedores y contienen el aprendizaje vital de Kaburagi en una simple oración. El mensaje que nos ha sugerido la historia desde el principio se encarna en el verbo, en la última acción rebelde de nuestro cyborg.
Desde el principio, la insinuación acerca del concepto de “error” en una sociedad perfecta ha estado presente. Es el fantasma que persigue a Kaburagi desde hace años, el eje motor que le hace evolucionar del suicida al guerrero a través de Natsume. La revelación y rebelación finales son brillantes, por cuanto saben condensar el contenido y mostrar las acciones valientes de un ser que valora la verdad de su corazón por encima de ganar, de su propia vida.
A este respecto, merece un análisis profundo el sistema ideológico de Solid Quake, que dejaremos para más adelante.
A modo de conclusión:
Deca-dence catapulta a la batalla a la inexperta y aguerrida Natsume, que es salvada por dos figuras que representan algo evidente: la experiencia y el realismo. Sin embargo, el sacrificio de Kaburagi no es el último canto de un cisne ni una acción heroica en vano. Al final del capítulo, se reconcentran dos momentos claves:
- Su ejecución, que revela la metáfora esencial de la serie: ” Los errores son necesarios“.
- Natsume quiebra y abre los ojos a las palabras de Kaburagi. ¿Comenzará a dudar de su propia realidad?
Por último, cabe señalar que la joven protagonista inspira fe con su fuerte idealismo. Esta mezcla de ingredientes promete la intriga del espectador. ¿Qué ocurrirá a partir de ahora?